Manga 1: Un joven que se pone en marcha
En cierto lugar lejano, donde hay una gran montaña que está ligeramente
flotando sobre las nubes, vemos a un joven que está persiguiendo un gran
ave de color azul. El joven luce emocionado por aquel ave y le dice a su
abuelo, que en ese momento estaba cosechando algunos vegetales, que mire
al cielo porque hay un "Pájaro de Piedra".
—Oh, no he visto uno de esos hace mucho tiempo —respondió el
abuelo.
El joven le dice a su abuelo que no tiene nada con qué atrapar el ave,
así que, al oír eso, su abuelo entiende el mensaje y va rápidamente
por su tridente, para después lanzarlo con todas sus fuerzas hacia aquel
ave.
Y al ver que el ave estaba cayendo, el joven, que se encontraba en un
acantilado, va rápidamente a querer atraparlo. Él salta encima del ave y
caen juntos. Y al ver eso, su abuelo se preocupa y corre presuroso hacia
su nieto mientras lo llama por su nombre: "¡¡Percival!!".
Sin embargo, su nieto no sufrió ninguna herida, ya que al final se
sostuvo de una roca para no caer al fondo del acantilado.
Después de aquello, Percival, que se encuentra con abuelo en su hogar,
está cortando en varios pedazos el Pájaro de Piedra, y una vez que termina, lo cocina. Ambos comen
alegremente, y Percival le dice a su abuelo que un día será tres veces más
grande que él. Y una vez que terminan de comer, se dirigen afuera para
comenzar a entrenar.
Ambos se quitan el polo y comienzan.
—¡¡Comencemos!! —exclamó Percival mientras se dirigía rápidamente hacia su
abuelo.
Percival hace unos movimientos rápidos y golpea con ambas manos el estómago
de su abuelo, quien en ese instante lo sujeta desde la cintura y lo tira al
suelo.
—¡¡No puede ser!! ¡¡Perdí otra vez!! ¡¡Estuve tan cerca!! —exclamó Percival
mientras hacía un berrinche estando en el suelo.
Su abuelo lo mira fijamente y le dice que estuvo a punto de perder, así que
también tuvo que ponerse serio al momento de enfrentarlo. Al oír eso,
Percival se emociona y comienza a dar vueltas por todo el lugar de lo
emocionado que estaba, mientras que su abuelo le dice que irá a lavar los
platos al lago que se encuentra en la parte baja de la casa.
En el lago, el abuelo está lavando los platos y menciona que su nieto ha
crecido bastante. Él pone un rostro de alegría, pero, repentinamente,
recuerda algo.
—¡Oh, no, no, no! ¡Realmente fui muy descuidado! ¡Cómo pude olvidarlo!
—exclamó el abuelo mientras salía a toda velocidad del lago para ir a buscar
a su nieto. Y una vez que llega a donde está él, le dice: "¡¡Percival,
mañana es el cumpleaños!!".
—¿Eh? ¿De quién? —preguntó Percival, quien en ese momento estaba
miccionando.
—¡¡El tuyo!! ¿¡De quién más va a ser!?
En ese momento, su abuelo le dice que mañana cumplirá 16 años. Y al
día siguiente, en el cumpleaños de Percival, su abuelo lo lleva a lo alto de
un acantilado para mostrarle su regalo.
—¿Qué te parece? —preguntó el abuelo.
En aquel lugar, se podía ver todas las nubes, y en ese instante, el abuelo
sonríe y le pregunta a Percival si quiere irse de "Dedo de Dios" para ir a
buscar aventuras en un mundo más grande.
—La verdad, no —respondió Percival con una sonrisa.
Al oír eso, el abuelo se sorprende bastante y le pregunta a su nieto si
está hablando en serio, para después decirle que más allá de las nubes
encontrará una isla que flota, y que supuestamente ese lugar dio vida a una
rama de las diosas, que ahora se hacen llamar celestiales.
—¿Supuestamente? —dijo Percival—. Entonces, eso quiere decir que no lo has
visto.
—Bueno, no... porque no sé volar —respondió el abuelo—. ¡¡Pero eso no es
todo!! ¡¡Debajo de Dedo de Dios, nuestro hogar, también encontrarás una
vasta tierra llamada "Britannia", que está repleto de aventuras y misterios!!
El abuelo le explica a su nieto todas las aventuras que podrá encontrar,
pero aún así, Percival insiste en quedarse en Dedo de Dios y luego le
dice: "Bueno, ya que estamos aquí. ¡Pesquemos algunos peces
voladores!".
Pasan las horas, y ya es de noche. Percival está comiendo un pez volador,
mientras que su abuelo está bebiendo. Repentinamente, el abuelo le dice a
Percival que su padre se fue de aventuras cuando cumplió 16 años, y al oír
eso, Percival le pregunta: "¿No se supone que mi papá murió?".
—Ah, sí. Olvídalo, no es nada —respondió el abuelo mientras desviaba la
mirada.
Pasado un momento, el abuelo le pregunta a Percival si no se siente solo
en un lugar tan solitario como Dedo de Dios, a lo que Percival le dice que
no, ya que está junto a él.
Repentinamente, el abuelo, que está un poco mareado, dice una frase: "Los
ojos ven a través de la maldad, la boca dice la verdad, el corazón está
lleno de justicia, la espada derrota a la maldad...". Y justo antes de que
termine la frase, Percival lo interrumpe: "Siempre dices eso cuando estás
ebrio. ¿Qué significa?".
—Oh, no es nada. Solo es un recordatorio.
Después de aquello, Percival y su abuelo están durmiendo. Pero, de un
momento a otro, Percival se despierta y sale de su casa, para después ir a
lo alto de aquel acantilado que su abuelo le mostró horas antes.
Percival se sienta y mira el vasto cielo mientras se pone a pensar en las
aventuras y misterios que su abuelo le mencionó que podía tener si saliera
de Dedo de Dios.
—¡¡Quiero tener una aventura!! —exclamó Percival mientras daba vueltas
por todo el lugar—. ¡Tengo ganas de salir de aquí! ¡¡No puedo estar
quieto!! —repentinamente tropieza con una piedra y cae al suelo—. ...Pero
está bien, ya que tengo a mi abuelo.
Sin que se diera cuenta, Percival se quedó dormido en aquel lugar, y tuvo
un sueño en el que su abuelo se alejaba.
Al día siguiente, Percival se despierta y ve la niebla de la mañana. Y de
un momento a otro, ve una extraña figura que comienza a emerger de la
niebla. Él se queda sorprendido al ver que la extraña figura era la de un
hombre que vestía una armadura completa y que estaba encima de un pequeño
bote.
Una vez que aquel hombre llega al acantilado donde está Percival,
comienza a decir que está buscando a alguien y que le tomó mucho
tiempo.
Repentinamente, Percival le habla a aquel hombre y le pregunta si es uno
de esos caballeros que navega los cielos en un barco de ilusiones.
—¿Eh? —murmuró aquel hombre—. Ah, hola... Estoy buscando a alguien. ¿De
casualidad conoces a un hombre llamado Balgis?
—Ah, sí. Ese es el nombre de mi abuelo.
—Oh, ya veo. Así que eres el nieto de Lord Balgis...
Percival le pregunta cómo conoce a su abuelo, a lo que aquel hombre le dice
que es un viejo amigo y que solían ser caballeros sagrados, pero después
rompieron relaciones; sin embargo, ahora, después de 16 años, tiene un
asunto importante que tratar con él. Así que Percival le indica dónde se
encuentra su abuelo, para después pedirle que le muestre su barco.
Antes de que el hombre se vaya, dice: "Que hombre tan despiadado... Te
ocultó la verdad mientras te criaba". Al oír eso, Percival se sorprende
bastante, pero no le da importancia y luego se dirige hacia el
barco.
Por otra parte, el abuelo está picando un vegetal, pero, repentinamente,
alguien le habla por detrás.
—Usas la espada que recibió los honores de su majestad como un cuchillo
de cocina... A pesar que el tiempo ha pasado, no has cambiado...
Rápidamente, el abuelo agarra su espada y ataca a la persona que le habló
por detrás, pero su ataque no fue muy rápido porque aquel hombre solo tuvo
que mover dos dedos para mandarlo a volar y chocar contra su casa.
—Te he estado buscando, Lord Balgis —dijo aquel hombre que momentos antes se había encontrado con
Percival—. Han pasado 16 años desde que traicionamos a nuestro maestro y
escapamos. Nunca pensé que estuvieras viviendo en un lugar tan lejano.
En ese instante, Lord Balgis sale de su casa a toda velocidad y ataca a aquel hombre, para
después decirle que fue su facción la que traicionó a su maestro y que él
solo escapó. Ambos pelean intensamente, sus espadas chocan, pero al
final, Lord Balgis no fue capaz de lastimar a aquel hombre, más bien, él termino
con una gran herida en el estómago.
Repentinamente, Percival aparece y con gran fuerza le exclama a aquel
hombre qué le está haciendo a su abuelo, a lo que el hombre le dice que
espere, que dentro de poco se encargará de él.
De un momento a otro, Percival agarra una piedra y le tira con todas sus
fuerzas a aquel hombre, quien solo mueve los dedos para destruir la piedra.
Sin embargo, el ataque de Percival no ha terminado, y se mueve rápidamente
para tirarle una gran roca, pero aquel hombre lo destruye fácilmente, y
justo antes de que él inicie su ataque, Lord Balgis aparece por detrás y lo sujeta con todas sus fuerzas.
—¡¡Huye, Percival!! —exclamó Lord Balgis.
—¡No, no te abandonaré, abuelo!
—Está bien —dijo aquel hombre—. De todas formas, ¡¡no iba a dejarlos
escapar...!!
Una vez que terminó de decir esas palabras, aquel hombre levantó el brazo
izquierdo y destrozó por completo el cuerpo de Lord Balgis. Luego se acercó a Percival y le dijo que si quería culpar a
alguien, entonces debería culpar a su abuelo. En ese mismo instante, aquel
hombre apuntó su dedo hacia el pecho de Percival y le causó una gran herida.
Justo antes de que Percival cayera al suelo, da un gran grito e intenta
darle un puñetazo a aquel hombre, pero fue en vano, ya que su golpe no fue
lo suficientemente fuerte. Así que aquel hombre solo tuvo que darle una
patada para mandarlo a dormir, aunque él pensó que con eso ya lo había
matado.
Momentos después, Lord Balgis, quien está tirado en el suelo y sin poder moverse, le pregunta
a aquel hombre, que en realidad se llama Ironside, por qué vino a matarlo
justo ahora.
—Hace unos días, hubo una profecía —respondió Ironside—, el cual afirma la
llegada de una existencia que causará la perdición de nuestro amo, el
Rey Arthur. Se dice que esa existencia se hace llamar "Los Cuatro Caballeros
del Apocalipsis".
Ironside le explica a Lord Balgis que no sabe si él será uno de esos cuatro caballeros, pero
tampoco puede correr el riesgo, así que por eso vino a matarlo. Y una vez
que termina de conversar con Lord Balgis, se retira del lugar diciendo: "Todo sea por el bien
mayor..."
Después de aquello, Lord Balgis se da con la sorpresa de que su nieto aún sigue con vida.
—Lo siento, abuelo. No pude protegerte —dijo Percival mientras derramaba
una cuantas lágrimas.
—No, te equivocas. Yo era quien debía protegerte —respondió Lord Balgis mientras lloraba.
Ambos se abrazan, y luego Lord Balgis le dice a Percival que aquel hombre que los atacó se
llama Ironside y que es su padre. Al oír eso, Percival se sorprende bastante, ya
que pensó que su padre había muerto.
Lord Balgis ya no podía moverse, estaba muy lastimado, así que le dice a su
nieto que ya no le queda mucho tiempo, y que a partir de ahora, deberá
empezar su viaje para conocer la verdad. También le dice que debe
buscar a su padre y preguntarle directamente qué está pasando.
A medida que su abuelo seguía hablando, Percival solo escuchaba mientras su
rostro reflejaba un gran dolor debido a lo que estaba por
ocurrir.
—¡¡No quiero estar solo!! ¡¡Quiero estar contigo, abuelo!! —dijo Percival
entre llantos.
—Yo siempre... estaré contigo... desde ahora, en adelante, mi querido nieto, Percival.
En el momento en que Lord Balgis terminó de decir aquellas palabras, su mano, que estaba
sujetando la cabeza de Percival, cayó al suelo, dando señal de que él había
fallecido. En ese instante, un gran dolor invadió el corazón de Percival, quien lloró desconsoladamente.
Después de aquello, Percival enterró a su abuelo, y tomó la capa y casco
de él para emprender su primer viaje, donde una aventura lo espera. Él
ahora buscará al asesino de su abuelo y descubrirá la verdad, y
también conocerá ese vasto mundo que aún le queda por descubrir.
Y así, una nueva historia comienza.
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