El Seinen y su malinterpretación

En Japón, la industria del anime y manga suelen dividir a sus públicos de acuerdo en qué edad o género se están enfocando. Los clásicos ejemplos de esto son el Shonen, con historias enfocadas hacia un público adolescente masculino; y el Shojo, con historias hacia adolescentes femeninas. La segmentación de estos géneros ha sido tan exitosos, que actualmente hay revistas de mangas dedicadas solo a uno de ellos (como la conocida Weekly Shōnen Jump, responsable de publicar grandes títulos Shonen como One Piece o Boku no Hero Academia). A pesar de su éxito, existe un género que es constantemente malinterpretado en este lado del mundo: el Seinen, enfocado en hombres adultos.

Al enfocarse en un público mayor, las historias seinen pueden tratar temas más maduros o no tan explorados en el Shonen. Tiene una mayor libertad a la hora de tratar temas oscuros, violentos, deprimentes o sexuales, y es por lo primero que es reconocido por la mayoría. Esto hace que sea un género malinterpretado, al punto de que se cree que el seinen tiene que tener alguno de estos temas para serlo, olvidando que lo único que debe tener para ser un seinen, es que esté enfocado hacia hombres adultos. Esta confusión hace que muchas personas, al buscar historias seinen con un enfoque más maduro, se encuentren con una sorpresa no muy agradable para ellos: el seinen no siempre es oscuro y violento. De hecho, es todo lo contrario, la mayoría del tiempo es relajante, y «aburrido» para los que lo confunden.

El seinen, al estar enfocado en un público adulto, no solo busca tratar sus temas desde una perspectiva más madura, sino también busca algo que la mayoría de adultos japoneses desean: relajarse y olvidarse de sus ajetreadas vidas. Por esto, en este género encontramos historias que van desde el rango de One Punch Man, mostrándonos al héroe superpoderoso desde un ángulo distinto y refrescante, hasta Fune Wo Amu, una historia que nos muestra la edición de un diccionario desde la perspectiva de dos personajes que buscan acomodar sus talentos en la sociedad de la que forman parte. De hecho, en esta temporada tenemos a Deaimon, un seinen que nos cuenta la historia de un hombre que vuelve a su hogar, luego de haber fracasado en sus sueños de músico, a intentar ser la figura paterna de la niña que heredará el negocio de sus padres. Estas últimas dos historias son contadas con una ligereza que nos transmite que, a pesar de todo lo que ocurre en nuestro alrededor, la vida es buena y lo seguirá siendo mientras nos esforcemos en ella.

También dentro del seinen tenemos historias como Berserk, que nos muestra una historia profunda y a veces cruda, a través de personajes complejos y sus motivaciones en un mundo que, a pesar de ser oscuro, puede encontrarse luz en él. O historias igual de complejas en los temas que trata, en sus personajes y sus interacciones, pero con un toque más enfocado en las emociones de los personajes, como es el caso de Sangatsu no Lion, contándonos la historia de un adolescente prodigio del ajedrez japonés, el Shogi. Y en su mundo solitario autoimpuesto, se va descubriendo a sí mismo y a quiénes lo rodean, a veces con calidez, otras con sabor agridulce.

Lo importante al referirse al seinen, es recordar que es para un público adulto. Y que los temas que se tratarán serán de mayor profundidad que el típico bien versus mal, o mejorar para ganar las nacionales (sin desmerecer esos temas que pueden emocionar como ningún otro). O puede que sus temas sean tan simples como apreciar la vida que se tiene, pero eso no le quita su belleza. Lo más importante para el seinen es ser ese escape y alivio para la gente adulta, y al igual que el Josei (enfocado en mujeres adultas), tomará distintos caminos para lograrlo, convirtiéndolo en un lugar lleno de historias variadas.